jueves, 10 de diciembre de 2009
Martín Roldán y su Generación Cochebomba
Entrevista de Eduardo Pucho V.
Martín para que el público te conozca, ¿cómo te presentarías? -Hola me llamo Martín Roldán Ruiz
Cuáles son tus cartas de presentación
– ¿Mis cartas de presentación? No entiendo bien, pero creo que sería, persona sencilla, sincera y dispuesta a responder todas sus inquietudes.
Por ejemplo yo te recuerdo allá por 1993 en la casa de Juan Ramón participando en la “Tertulia Bohemia” que organizaba la gente de Petate (un mural de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza), y estabas leyendo exactamente una de las escenas primigenias de tu libro, estamos hablando, ¿qué hace más de 14 años se gestaba Coche Bomba?
– Bueno la novela en un principio la concebí como un cuento sobre un concierto subte que termina en batida. Sentía que no podía quedar allí, había algo que me empujaba a que siga escribiendo sobre ese hecho y esos personajes. Recuerdo que leí en esa Tertulia Bohemia lo que viene a ser el primer y segundo capitulo de Generación Cochebomba, obviamente que recién la empezaba. Pero no fue en el 93… habrá sido en el 95 porque en ese año fue que ya la tenia como cuento.
¿Hace cuánto que escribes?
Bueno seriamente desde que uno de los profesores de Mate I de Bausate y Mesa, me animó a que siguiera escribiendo, eso fue en el año 90. Y más cuando un par de mis cuentos fueron premiados en los juegos florales de la escuela. Allí fue cuando pensé seriamente en escribir ficciones.
¿Cómo así te iniciaste? -¿Sexualmente?
Jajaja. No, es una broma. Bueno yo escribía algunas cositas, cuando era chibolo, me gustaba leer mucho y hay algunas anécdotas con respecto a mi pasión por la lectura. Esto, pues, me conllevó a escribir algunos poemas monses y en la secundaria a uno que otro relato. Siempre tuve el bichito de expresarme de la manera que fuera. Por eso cuando paraba con los subtes no dejaba de escribir letras de canciones que posteriormente fueron letras de mi banda hardcore.
¿Cuáles fueron tus inicios?
- Como dije en Bausate y Mesa tuve mi primer acercamiento serio con la escritura de cuentos, básicamente. Lo bueno es que fueron premiados y me dije que algo de bueno debo tener para que lo destaquen de esa forma… lo único malo fueron los premios: Los libros de Eudoro Terrones Negrete. Publicados por la ANP. Por allí deben estar todavía.
DE LOS REFERENTES PARALELOS
¿Crees que esto de escribir es un sino o es una cuestión qué se hace en el camino?
–mmmm Todos tenemos un destino, el que uno se busca, pero creo firmemente que si uno quiere ser escritor tiene que ponerle toda la pasión posible. Conozco a muchos que desean ser escritores y cuando les pregunto si escriben, me dicen que algo. O sea que no lo toman con la seriedad debida.
¿Uno crea las historias o recrea ciertas realidades?
– Cada uno escribe porque la realidad que vive o atraviesa le parece no acorde con lo que siente y por eso tiene la literatura para darle vuelta a esa situación y hacerla de la forma como uno lo desea.
En la presentación dejaste entrever que la disciplina era importante para escribir.
–Para mi sí. Y te hablo desde mi experiencia. Con los premios que habían alcanzado mis cuentos, en la escuela de periodismo, y los comentarios de personas a quienes yo consideraba muy enteradas en literatura, terminé por creerme era un iluminado. Pero decidí meterme a estudiar con los que saben y me di cuenta de que mis cuentos técnicamente eran una calamidad. Y si uno quiere aprender, pues la disciplina es necesaria. Mas aún si eres medio corcho para aprenderte dichas técnicas. Yo aún siento que no termino de aprender.
¿Queda de lado la inspiración como motor eterno de toda creación?
–Para nada. Siempre está la inspiración como paso principal de toda creación, pero si uno quiere que sea una inspiración que cumpla lo que ha querido decir hay muchas formas para que llegue de manera óptima al receptor. Uno no escribe para uno mismo sino para que lo lean…Si es así, tiene que dominar las técnicas para que el lector decodifique esa inspiración de manera optima. Un cuento no sólo consta de inspiración sino de muchas cosas más para que sea logrado.
¿Y la musa como eje inspirador que aparece cuando quiere y no tiene horarios?
–Una cosa es la espontaneidad y otra la inspiración. A mi se me paran ocurriendo argumentos de cuentos a cada momento, pero si estoy en un lugar propicio donde puedo desarrollarlo como tal me pondré a hacerlo. Pero, si por decirte, se me viene una idea en el estadio, pues no creo que me ponga a hacerlo, eso sí, si veo necesario apuntar, en lo que sea, esa idea para desarrollarla después, pues lo hago. Esto parte de una inspiración. A mí generalmente me inspiran mucho las calles de Lima, la música, la buena música, y yo paro cerca de ambas, así que esa musa se me para apareciendo.
¿Esta publicación para ti ha sido dejar atrás una etapa?
–No, representa un inicio más que un final de alguna etapa. Quizás, como dije en la presentación, representa mi salto desde la torre del Centro Cívico. Ya el tiempo determinará si sobreviví a la caída en esta aventura que es la literatura ya no como lector, sino como narrador.
¿Crees que la literatura sea un camino de destrucción?
–Mmmm si eres un malditista como los que abundan por las calles de Lima que antes que escribir algo bueno, prefieren chuparse un pisco barato; pues sí, es un camino de destrucción. Mejor dicho una excusa para la destrucción. Pero si te chupas un trago barato como lo he hecho yo en gran parte de mi vida y no lo agarras como excusa para ponerte a escribir no tendría nada que ver con la destrucción y sí con la actividad creadora.
¿En ella crees extirpar o exorcizar ciertos demonios interiores?
–Sí, claro que sí, ellos en cierta manera, me presionaron para que Generación cochebomba no quede como un cuento sino como una novela.
DEL MOMENTO
¿Y como te ha tratado la Prensa?
– Peru21, La Republica, La Razón, La Primera y La Industria de Chimbote anunciaron la presentación. La Razón la calificó como una novela entre el amor y la violencia. La Industria de Chimbote la comparó con los años perdidos en la gran ciudad. Peru21 se preguntaba si sería la novela de la generación subte de los 80. En todo caso decían que estaba escrita con la rabia y desencanto que caracterizó a esa generación. De allí no he leído ningún otro comentario. Espero que salgan más.
¿Qué te gustaría que la crítica rescate de tu obra
–Que fue escrita con responsabilidad y mucha pasión.
DESDE ADENTRO
Pasando al plano interno de la obra y para que la gente entienda que la misma ha sido escrita desde adentro, por ejemplo ¿Qué fue de dictadura de conciencia?, donde tocabas la primera guitarra.
–Cumplió su ciclo como grupo de Hardcore. Luego se formó Dios Hastío, pero yo ya no participaba de él. En todo caso el sonido de Dios Hastío era el que siempre quise para DDC
Mucha gente debe saber que has pertenecido y perteneces a la escena local subte, acaecida quizá en el devenir de los tiempos, ¿tu lo crees así?
–Ahora ya no hay una escena subte, ella murió hace mucho. Por eso siempre digo que fui subte y que bastante de lo que aprendí con ellos, formó mucho de mi personalidad, mis criterios como persona.
Digo ya sea por aquella cosa de la muerte de las ideologías, ¿crees que ello sea cierto?
–Lo subte fue un fenómeno juvenil propio de los ochenta, con características propias de ese momento histórico. Ahora ya no existe ese contexto que generó una manera de pensar, de ver la realidad de determinada forma, de hacer rock con determinadas características musicales y temáticas. La muerte de las ideologías no tuvo nada que ver, si es que existe de forma palpable en la realidad ese concepto. Lo subte murió porque su propia dinámica así lo exigía. Fue una lavada de cara a muchas convenciones tanto musicales como artísticas e incluso sociales. Pero eso ya está para que lo expliquen los sesudos analistas de la realidad peruana de esos años, no creo que yo lo haga con mayor precisión.
O ya sea porque la capacidad de lucha de estas mismas bases se agotaron, ¿afirmarías aquello?
–¿Capacidad de lucha? Muchos confunden a los subtes como que eran medio luchadores sociales. Algunos aún así lo creen. Están en su derecho de creerlo. Incluso en esos años muchos lo intentaron de esa manera. Pero todos esos intentos se cayeron por que la mayoría estaba tan confundida en sus vidas. El propio peso de su confusión hacia que abortaran todos sus proyectos, entre risitas inmaduras y tragos baratazos. Algunos con los que converso, me dicen que se sienten orgullosos de al menos haberlo intentado. Yo también lo intente y me causa mucho bien saberlo, pero también abortó. Viéndolo desde mi experiencia y desde ya buenos años, la lucha sería, más que todo, capacidad de supervivencia, eso es precisamente una de las cosas que nos enseño lo Subte: A sobrevivir.
¿sobresalieron los egos?
–No sé si los egos hayan sido la causa para que lo subte no llegara a forjar un gran movimiento como todos alguna vez lo vislumbrábamos. Más bien creo que fueron las contradicciones y nuestra inmadures.
A veces veo a viejos subtes, con un rollo tan gastado y desfasados, ¿los has visto?
–No sé a quienes te referirás porque yo conozco a los que son, y últimamente hay cada aparecido que dice YO FUI, pero que en esos años fácil surfeaba en la costa verde y escuchaba a Toilet Paper y ni que decir de cuestionarse algo, porque basta escucharlos para darse cuenta que son unos aparecidazos. Con quienes hablo, es gente que compartió conmigo esos años de búsqueda, de nuevas formas de expresión, de cuestionamientos y ninguno tiene un rollo gastado y desfasado. Los que verdaderamente estuvimos, entendemos en qué fallamos y somos lo bastante lucidos para no repetir dichos errores. Más bien son los neopunkis, o algunos anarkopunks que repiten los errores que cometimos nosotros, ni siquiera sus propios errores sino los de hace veinte años. Esto me confirma que éramos unos adolescentes simplemente y que teníamos derecho a equivocarnos –y esos errores se repiten en los adolescentes de ahora porque es inherente a ellos– en el sentido de no haber hecho de lo subte algo realmente sólido.
¿Esa lucha contra el sistema de “lo establecido” fue real?
–Si hablamos de los blancos directos contra quienes lo subte enfilaba sus baterías, sí, fue una lucha contra lo establecido: Rock hecho de covers y en ingles; un circuito argollero que promocionaba a grupos que apelaban a lo más soso del pop; disqueras que buscaban el ritmo pegajoso y la temática más huevona para grabarlos; medios de difusión que ignoraban a grupos con talento y bastante creatividad. Contra todo eso luchaba lo subte y formó un circuito paralelo que si bien no llegó a ser masivo, logró mucho. Ahora gran parte de las bandas de todo genero que tienen mucho de interesantes, tienen entre sus filas a un músico que en algún momento estuvo dentro de ese circuito. Con respecto a la lucha contra el sistema social y todo lo demás, hubo distintas formas de estar en contra. Había conciencia de lo que sucedía, pero lo subte no daba para más allá. Los que realmente vieron la necesidad de un cambio radical del sistema, dejaron las guitarras y empuñaron el fúsil, con distintos resultados, muchos de ellos trágicos. Esto último creo que responde de manera concreta tu pregunta.
O crees que alguna de estas cosas son la sumatoria de la frustración, el desentendimiento y un final resentimiento.
–Lo subte fue una sumatoria de lo que tú preguntas: frustración de saber que por más talento que tenías ninguna puta radio te iba a difundir. Desentendimiento con formas de expresión masiva que tú no te tragabas y por eso buscabas las propias y un resentimiento contra todo ese engranaje. Por eso y contra eso surgió lo subte como una forma más honesta y creativa de expresión, no solo musical sino también en otras artes. Si nadie hubiera tenido eso en el espíritu (frustración, desentendimiento y resentimiento) nadie se hubiera enfrentado a lo establecido y hasta ahora estuviéramos escuchando a Nina Mutal o a esos que cantaban un ovni en mi jardín.
¿Crees que la “cultura” oficial niega muchas cosas, como que hay gente con talento de sobra, pero como no es “comercial”, siempre será negada?
–Si te pones a ver quienes son los que mueven la cultura oficial a través de los medios, obviando las excepciones meritorias, te encontrarás que son tan mediocres como los mismos que promocionan. Pero ahora percibo que hay gente con otra visión y apuesta por talentos verdaderos y novedosos. En todo sentido. Pero siempre es una pequeña muestra, pero por algo se empieza. El tiempo dirá. Espero que para bien de todos sea así. Porque a veces veo con cólera que una descerebrada como la denominada “Amiga de todos” tenga una cobertura de un cuarto de página en un diario, para que la mongaza diga que quiere ser amiga de Bill Gates y que éste le regale una joya. Cuántos talentos en todo tipo de expresión artística quisieran ese espacio para promocionar su arte o decir algo verdaderamente interesante y no las babosadas de esa tipa.
Digo hay casos de esta gente “detenida” en el tiempo ahora metidos en problemas sociales de enajenación de una “realidad paralela” otros vencidos por el alcohol y las drogas, para ti ¿cuánto tiempo duró la escena y la movida local?
–Bueno siempre habrá gente que se va a encerrar en su pasado y de allí no saldrá, pero esa no es la cuestión. La cosa es que si se siente feliz sin hacer daño a nadie está bien que sigan en su mundo. Es su derecho. El problema es cuando se estancan en su creatividad, si es que la tienen. Daniel F es un buen ejemplo. La música que hace ahora es totalmente distinta a lo que uno imaginaría si se sigue pensando en los años subtes. Es muy buena música, sobre todo para mí porque la siento honesta y hecha con pasión, así sea mucho más elaborada y ya no tenga los tres o cuatro acordes de sus primeras canciones, que son las que me gustan más. Pero Daniel es un gran compositor y creo que en la historia de la música popular en nuestro país, Daniel esta a la par de Felipe Pinglo Alva y no por lo viejo, sino por lo creativo. En cuanto al otro aspecto de tu pregunta, el beatnick Allen Ginsberg decía en su poema Howl : “He visto a las mentes más lucidas de mi generación arrastrarse en busca del pinchazo arrecho de la droga”. En todo momento y espacio existirá eso... ¿qué podemos hacer? Yo no trabajo en CEDRO o en el Centro Victoria como para darte una respuesta.
¿Esta fue sólo una excusa como refugio de algunos que no se adaptaron?
–Quizá, no sabría qué decirte, no puedo hablar de los motivos o excusas de otros, cada uno es dueño de los suyos, yo tengo los míos y son sólo míos, de nadie más.
¿Dejar “la movida” te hubiera parecido un acto inconsecuente?
–Nadie dejó la movida, la movida nos dejó a nosotros. En una revista Esquina del año 86, y mira el año que en fue dicha, Daniel F decía: “Aquel que estuvo adentro –la mancha subte– y se salió, es que realmente nunca lo estuvo”.
¿De qué forma un subte inicial de los 80 lucha o lucharía ahora en el 2007.
–Creo que en esos años, muchos tomaron conciencia de sus vidas y sus posibilidades y hasta ahora muchos están metidos en concretar dichas posibilidades. Esa es la única forma de lucha que le veo a un subte de los ochenta, veinte años después, ya sea en el plano social o individual, de la música o la creatividad. O como simples seres humanos.
Hablando de consecuentes, ¿has visto a los anarco PUNK? que a mi parecer son un tropa oligofrénica, vil remedo de uniformados sin personalidad, cosa que si tuvo la escena de aquel entonces: Carácter.
–Conozco a dos o tres que fueron de los primeros en autodenominarse así y me parecen que creen firmemente en sus ideas, en las propuestas anarkas. Eso está bien. Pero poco a poco he visto que ya no están tan activos, quizá me equivoque, más bien los veo algo aislados. Es que cuando la cosa se masifica, viene la heterogeneidad y lo que para algunos es una verdad, para otros no, y como cuando somos adolescentes tenemos la particularidad de creer en nuestras ideas con un dogmatismo asolapado, por más libertarias que estás sean, vienen los roces. Eso pasó con un aspecto de los subtes cuando llegaron los que querían nutrirlo de ideología. De antemano los que sabían comenzaban a manipular a los menos informados y a marginar a los que no comulgaban con ellos, cuando en el fondo estos últimos eran más auténticos en su quehacer diario que esos que se llenaban la boca con citas de Bakunin, Durruti, Malatesta, desvirtuando muchas de las buenas cosas que estos pensadores y luchadores tuvieron y tienen aún. Vaya para esos tres apellidos mi enorme respeto y admiración. Pero, como dije, éramos adolescentes y teníamos todas las contradicciones que conlleva serlo. Ahora en cuanto a los anarkopunks no he tenido oportunidad de verlos y de compartir con ellos salvo a los tres o cuatro que conozco desde hace años, cuando la mancha subte estaba de bajada. Ellos habrán querido ser la continuación ya con una nueva forma de pensar y actuar, pero no sé mucho de ellos.
Ni hablar de los hoy EMOS mezcla de POST PUNK y colores pasteles., ¿ A qué crees que se deba ese sincretismo tan profano y ajeno a lo que fue aquí?
–Me creerás que sobre los EMOS recién supe cuando el chato Víctor de los PTK los mencionó y eso fue hace un mes más o menos. Y fue por algo que se relaciona con mis respuestas a tu pregunta anterior. Ese día estaba en el Averno conversando con el chato y afuera había una manchita de chibolos que no pasarían de los diecisiete años bien punkis requetepunkis. Lo curioso es que dos o tres tenían bates de béisbol, las cuales eran mostradas para que los vean bien apeligrados. Yo le pregunte al chato si se iban a una bronca y me dijo que esos chibolos eran unos anarkopunks que iban a buscar a los EMOS para hacerles la bronca ¡Qué astalculo me parecieron! La misma huevada de antes, sólo que más patético porque ahora había vainas organizadas y todo eso de agresión a gente que no comulga contigo. Pero no es sólo de ellos. Por lo que me contó el chato, los EMOS se reúnen por los alrededores del Centro Cultural de España y aquí viene la anécdota. Un sábado me había citado con mi enamorada justo en el parque al frente del Centro Cultural y me doy con la sorpresa de ver una buena cantidad de chiquillos con atuendos punkis, ropa negra, colorines, brebiches, que estaban tomando y con guitarras cantando algunas Cursiles Romanzas del F. La cosa es que yo tengo una pinta de Skin, por el pelo corto y los chancabuques que siempre uso, aparte que ese día tenía una casaca con un parche de Kortatu. Yo me senté cerca de ellos a esperar a mi flaca, más por que era la única banca libre y por curiosidad también y en pocos minutos vi que solapadamente me comenzaban a marcar y a pasar con bates de béisbol como para intimidar. Aparte, el instinto que me ha dado la calle en todos estos años me hacía sentir que no era bien visto. Jajaja. Iba a ser agredido por una mancha de EMOS. No me lo hubiera podido imaginar. Bueno llegó mi enamorada y nos fuimos sin mayor contratiempo, pero la cosa es que si antes había roces y esas cosas nunca llegaron a ser tanto como lo que percibí con los chibolos anarkopunks que estaban en el averno y esos EMOS, me pareció cagón que repitan la misma huevada de aquellos que realmente son despreciables, como los neonazis que salen con bates de béisbol en busca de gente de color, latinos y homosexuales, o como otras organizaciones que usan la fuerza para sus fines. La única cosa que sucedió en esos años fue la bronca entre metaleros y subtes, cuando ellos bajaron a la Helden a tirar piedras, o el enfrentamiento directo en la final del Concurso de Rock No Profesional, en el Campo de Marte. Pero a las finales se superaron esas diferencias y ambas manchas se unieron. Pero eso de juntarse para ir a chapar a uno y darle de batazos a otro me parece no acorde con las bases de sus ideas.
¿Crees que fueron cuestiones básicamente generacionales?
–Creo que es propio de sus tiempos y me da igual, de verdad, lo patético sería, a mi modo de ver, que por allí salgan chikillos que se autodenominen subtes o neo subtes y adopten formas de expresión de esos años, lo cual podría ser, pero con mucho del sentir de estos tiempos, su tiempo, no el remedo de años y situaciones que ya acabaron.
¿Globalización?
–Quizás.
¿Que tu tenías un EP en vinilo de Ataque frontal y tus casets de Eskorbuto, la Polla records, siniestro total entre otros y los chibolos ahora no bajan de un cd en mp3 o mínimo un IPOD de varios GB?
–Es una gran ventaja para ellos, yo por esto del mp3 he podido escuchar canciones de Kortatu y Eskorbuto que nunca había escuchado. Yo tengo un IPOD que me regaló alguien que tú conoces. Antes hasta para conseguir música era muy difícil y la calidad no siempre era muy buena. Pero bueno creo que esta facilidad para acceder a todo tipo de expresión musical y de movimientos juveniles ha creado un híbrido como estos chikillos aunque no sé si esos EMOS sean algo autentico de estas tierras y estos tiempos, como si fueron los subtes y lo digo no porque yo haya sido parte de ellos, sino que a partir de una fuerte influencia del punk se formó una movida con características propias de acá. Ese es el mérito.
¿Aún vas a las tocadas?
–Muy poco, cuando de verdad tengo ganas o cuando el grupo me es muy interesante. Ya no voy por las huevas, además con los que me gustaría encontrarme tampoco bajan mucho, así que voy cuando es necesario. Aunque te diré que fui a ver a los Héroe Inocente la otra vez y me divertí mucho. Tanto los músicos, como la performance de Mario el cantante, fue muy de putamadre, que me pareció lo más bacán que vi y escuche en mucho tiempo.
¿Algún grupo que haya prometido o uno que prometa?
– A ver, iba bastante a ver a Rabioso. Recuerdo que el día de la presentación de su Cd teloneó uno de los grupos que más he visto en polos, parches y en las mochilas de los chibolos. No diré su nombre, pero tenía la expectativa de escucharlos. ¡Qué gran cagada! Ese día estaba con Toto de Autonomía y puta si no nos fuimos fue porque en fin. Un grupo que parecía que estaba ensayando... ¡Pero sin ganas! Y yo me decía, si así es este grupo que lo veo en polos, y parches por todos lados, cómo serán los menos difundidos. Afortunadamente no son así. Uno puede no tocar bien o sea no saber tocar, pero el punche y las ganas que pones al hacerlo pueden determinar mucho de si tu banda es buena o mala, pero esos tíos parecía no preocuparles. Menos mal que esa noche Rabioso la rompió. Ahora he escuchado a Sindicato Subterráneo y me parece de putamadre, el “chibolo” Julio qué bien se desenvuelve en la guitarra y la voz del Fósforo la hace para esa música. Siempre diré de Dios Hastio, como la mejor banda que he escuchado en cuanto a Hardcore –Aunque los antiguos Descontrol sean mis preferidos– también Desarme que aún siguen tocando.
SOBRE EL LIBRO
Todo viene a razón de que los tiempos también son otros, para muchos “jovencitos” tu libro y los referentes serán un mundo tan “nuevo”, como algo que le contaron o como incógnito, ¿ qué piensas de aquello?
–De alguna forma tienen que enterarse. Si es a través de mi libro me parece de putamadre aunque algunos amigos de esos años me dicen que ciertas cosas no fueron así, como las expongo. Bueno ellos tienen la visión algo épica de esos años y mi libro tiene otra visión, pone en relieve las contradicciones y fallas que tuvimos todos como adolescentes.
La mezcla de los referentes entre periodismo y subterraneidad para un iniciado ¿lo hacen casi un antropólogo de aquel entonces no?
–Mmmm puede servir para conocer un aspecto de la realidad de esos años, o de una parte de los jóvenes que crecimos entre apagones y coches bomba, algo que para un joven de ahora suena tan lejano, por no decir inexistente, porque no lo vivieron.
Te molesta que te puedan encajar en esa parafernalia de literatura tipo noventas, donde hay esa narración de los hechos y sucesos de “aventuras juveniles” de música, ROCK y drogas?
–No me molesta porque sé que Generación cochebomba no es tan cercano a esos libros, si bien tiene mucho de eso, puse bastante énfasis en que no sea solamente una pincelada de jóvenes entre sexo, drogas y rocanrol. Sino también que toda la carga de esos años esté presente para que se muestre una totalidad de un aspecto de la realidad de esa época.
Qué opinas de los “jóvenes turcos” ¿recuerdas aquellos referentes?
–Perdona mi ignorancia pero no sé que me hablas. Tu pregunta me hace recordar solamente a la canción de Rod Steward.
Que piensas de que algunos te hayan endilgado que seas un “REYNOSITO” más.
–También debe haber por allí muchos varguitas y ribeyritos, incluso brycitos, y lo que es peor: baylicitos, pero nadie habla de ellos, solo de los reynositos, que algunos solapadamente encubren detrás de lo Bukowskiano, lo cual no está mal, al menos para mí. Pero en el fondo yo sé que no fue influencia Oswaldo Reynoso para mi libro. Así nadie me lo crea. Admiro mucho a Reynoso, pero realmente no pensaba en sus libros cuando escribía el mío.
Además para aquellos que han leído a Reynoso pueden tomarte como un referente, me comentabas que cuando comenzabas Coche bomba recién habías leído Los Inocentes, ¿Creo que el dato es inexacto?
–Cuando uno lee a un escritor nuevo cree encontrar referentes inmediatos. De hecho Reynoso es el más recurrido, sobre todo si es literatura urbana. Pero bueno, una vez en el taller que daba el escritor Miguel Gutiérrez, planteaba que uno escribe a partir de los autores que le marcaron en su vida. Y yo si creo, y he escrito con esa premisa. Él afirmaba en sus clases que ama la obra de Proust. ¿Alguien podrá decir que encuentra a Miguel Gutiérrez como un Prousticito? Por tal motivo, puedo afirmar y lo dije en la presentación, que los referentes inmediatos para mi libro son Los Geniecillos Dominicales de Ribeyro y Conversación en la catedral de Vargas Llosa. Lo digo sin ninguna vergüenza, como también digo que una vez que acabe mi libro recién leí En octubre no hay milagros. Recuerdo cuando hacíamos el programa de televisión D’generación me tocó hacerle una nota a Oswaldo Reynoso y en la previa conversaba con el camarógrafo, de quien no recuerdo el nombre pero sí que era estudiante de literatura en San marcos, y le conté el argumento de la novela que estaba escribiendo y lo primero que me aconsejó fue que no leyera a Reynoso porque muchos tienden a imitarlo, y por las características de lo que le había dicho de mi novela, podría suceder lo mismo. Así que por algo sería que me privé de Reynoso hasta que acabe la novela y de allí he podido leer lo que me faltaba de él. Hasta ese momento había leído Los Inocentes y ahora que he leído más de él puedo decir que es uno de los autores peruanos que más respeto y admiro.
Otro dato y referente es WILLIAM FAULKNER, de aquellas lecturas cuáles te han gustado más.
–A Faulkner lo descubrí vía Vargas Llosa, y he leído El sonido y la furia y Luz de agosto de las cuales rescató más la técnica como fueron escritas. Las historias que narran no son del tipo de historias que me gustan leer. Prefiero al discípulo que al maestro. Es decir prefiero la totalidad en cuanto a historias narradas y la forma como son narradas de las obras de Vargas Llosa que de Faulkner.
A qué edad leíste “Conversación en la catedral “ de MV Llosa, hay una pequeña parte que la toma muy en cuenta en tu obra.
–La habré leído a los veintidós años, cuando estábamos en la escuela de periodismo, pero de hecho que fue una lectura muy accidentada porque si bien había leído La ciudad y los perros la técnica de Conversación en la catedral la hacía así. Pero mis ganas por entender esa historia tan fascinante, no sólo como historia en sí, sino cómo estaba narrada me hizo leerla varias veces, con lapiceros de colores para marcar y diferenciar las historias que se entrecruzaban. Años después leyendo un ensayo de Miguel Gutierrez sobre Faulkner, me enteré que Vargas Llosa había hecho lo propio con el autor de El sonido y la furia, para conocer su técnica narrativa.
¿Has visto TRASPOTTING?, Valenzuela uno de tus presentadores, afirmó que junto a Noches Salvajes y Corazón salvaje, (ambas, películas excelentes a mi parecer) eran referentes obligados en tu obra.
–Si he visto Transpotting y me pareció exagerado que la cataloguen como la Naranja Mecánica de los noventas, bueno cosas del marketting. Las otras películas que me mencionas no las he visto o quizás sí, pero con otro titulo. Pero si vamos a hablar de películas referentes a mi novela, puedo decir que hay dos: Suburbia, una película de punks de los años ochenta y Rumble Fish de Coppola, en castellano la titularon como La ley de la calle.
Yo afirmaría que aparte de la contemplación de GUY DE MAUPASANT, ( de un realismo contemplativo bárbaro), ¿Ribeyro no te ha dejado no?
–Mucho. Pero no creo sentirme un ribeyrito por siacaso.
CAMUS ¿tampoco te ha dejado no? Lo digo por qué hay fragmentos muy sutiles en tu obra, que me regresan al Extranjero de CAMUS.
–El extranjero fue una de las obras que me cambió mucho, por su contenido filosófico de la existencia, lo leí cuando tenía veintiún años y como me enseño el profesor Miguel Gutiérrez uno escribe con la influencia de los libros que marcaron su vida. Entonces si hay fragmentos que te regresan a El extranjero, pues ese es mi homenaje a Camus.
Se cree que la gente que escribe es gente solitaria, ¿tu crees que sea cierto?
–Así se cree, pero yo no creo que sea una persona solitaria. Tengo muchos amigos, muy buenos amigos. A veces me gusta estar solo, y busco momentos para estarlo, pero que la soledad sea el motor que me empuje a escribir, no es mi caso. Hay mucha gente que escribe movida por ese estado de ánimo, eso está muy bien, pero eso no te garantiza a que escribas algo realmente bueno.
De no ser así, cómo crees que la gente que escribe convive con el resto de seres que no pertenecen a su mundo paralelo de la literatura
–Yo soy una de esas personas y convivo con mucha gente que no tiene nada que ver con la literatura. Pero igual escribo. Yo tengo muy pocos amigos que estén dentro de la literatura. Es más creo que se cuentan con los dedos de una mano.
¿Crees que debe existir un “compromiso social” del escritor frente a la literatura?
–El escritor debe tener un compromiso social, pero no por ser escritor, sino por que es un ser humano. Pero esto no es un imperativo que deba tener todo el que se dedica a las letras. ¿Acaso a un ingeniero o a un arquitecto se le pide un compromiso social, en el ejercicio de su profesión? Cada quien es libre de tenerlo, pero no porque escriba ya debe tenerlo. Es una decisión personal, muy personal.
¿Caso contrario la literatura debe estar exenta de todo compromiso?
–El único compromiso que tiene que tener un texto literario es presentar historias de manera neutra que conmuevan a sus lectores. A las finales cada quien sacará sus propias reflexiones y conclusiones. Sí se desvía de ese curso ya deja de ser literatura para pasar a ser propaganda.
¿Crees que la literatura sea un arma de comunicación o manipulación?
–Con los medios que han apabullado a los libros últimamente, creo que ahora no. Pero, antes creo que sí se utilizó a la literatura como un medio de manipulación, en la formación de las conciencias, sobre todo en los países totalitarios. Básicamente en el llamado Realismo socialista. Aunque hay muchas novelas de calidad que están dentro de esta escuela, y que escapan de ser obras que sirvan para la manipulación ideológica.
¿Crees que tu obra encaja en un realismo sin nada de mágico real? –
Sí, es verdad. Pero por allí puedo decir que hay algo de mágico en una parte cuando el Treblinka cuenta de un amigo suyo muerto en Ayacucho durante su servicio militar. Éste amigo le había contado que el teniente era algo así como un Pistaco y que en una matanza parecía que se había llevado toda la sangre y la grasa de dos campesinas. No me había dado cuenta de eso hasta que ya estaba listo para publicar, pero lo dejé de esa manera porque ¿acaso no hay, en una conversación entre amigos, cosas así de alucinantes, que escapan a la realidad? Esa fue mi intención que la conversación y más aun si hay pisco barato, podía ir, por esos caminos fantásticos. Pero recuerdo que uno de los personajes, le dice ¿Y tu te creías esa huevada?. Con eso establecía que la realidad estaba siempre presente en esos muchachos.
Recordemos que Coche Bomba está hecho de alguna forma como “objeto” con su lado A y B como en lado del más allá y acá, ¿ tipo Cortázar ?
–Bueno yo había dividido en dos partes el libro con 10 capítulos cada uno e iguales subcapítulos por llamarlos así. Al tener que diferenciar ambas partes se me ocurrió que sería bueno, ya que tiene mucha música, que tenga la forma de las maquetas que los subtes grababan con su música, en cassetes con un Lado A y un Lado B. Incluso la portada podría pasar como las portadas de esas maquetas, o como los collages de los fanzines. Esa fue mi intención, que el libro sea una totalidad tanto en la historia que cuenta, una historia sobre unos subtes, y la iconografía de esos años, iconografía de los subtes.
Esa referencia de los lados surgió en el camino o ya fue Pre conceptuada de anticipo.
-Bueno surgió cuando comencé a redactar la segunda parte.
Atinarías a decir que Coche Bomba pudiera ser de alguna forma la banda sonora de alguna generación.
–No sé si el soundtrack de una generación, pero sí puede ser el libro de la generación subte, aunque hay otra muy buena novela sobre ellos. Incendiar la ciudad de Julio Durand. Pero eso no lo determino yo, sino otros.
Aquella generación de la que hablas en tu libro, ¿existe?
-Sí, y yo soy uno de ellos.
Lo digo porque si mal no recuerdo fue en el 82 y principios de 1983 que vino lo de KLOAKA y luego los conciertos y bueno lo que ya se sabe.
–Sí, pero no sé si aquellos que iniciaron lo que luego se conoció como rock subterráneo, se identifiquen con mis personajes. Pero eso me tiene sin cuidado. En el Averno, hubo una presentación de mi libro por parte de los Poetas del Asfalto y allí pude conversar con el artista plástico Herbert Rodrígues y él me dijo que había leído mi libro y que le había gustado. Para mí fue de putamadre, porque Herbert estuvo desde los inicios con el Rock Subterráneo, en la decoración de los conciertos con la gente de Bestiario. Incluso creo hizo una banda –Los Bestias– del cual tengo por allí un tema de un concierto.
¿Dentro de tus proyectos contemplas publicar otras cosas?
-Sí, de hecho que sí. Tengo para dos libros de cuentos y por allí tengo el bichito que me cosquillea para escribir otra novela. Veremos qué me depara el tiempo nada más.
A qué plazo estaría por publicarse por ejemplo algo así como narraciones relacionadas a tu experiencia en “la barra” de un equipo donde has llegado a ser Jefe o capitán de barra.
–La palabra correcta sería la de Batutero, jajaja, pero no creo haber llegado a mucho dentro de la barra sur. Bueno, yo tengo casi listo los cuentos que tendrían esa temática. Sólo es cuestión de ver todo lo relacionado a la edición y publicación, sobre todo lo relacionado a costos.
Para terminar la entrevista y también terminar aquel viejo mito de que una barra te tomó por asalto y te produjo lesiones que quedaron como galones y marcas, es cierto ello?
–No fue así. Fue una pelea callejera saliendo de un concierto de Leuzemia, con una mancha que andaba borracha por allí y nos hicieron la bronca. Me dejaron de recuerdo una cicatriz en la cara. Como diría uno de los personajes de La tía Julia y el escribidor: “Esas marcas en la cara, que mujeres lubricas llamarían apetitosas”.
Lima, julio 2007
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